Dada su ubicación a orillas del Sèvre, con vistas al castillo de Clisson, las residencias de inspiración italiana y el puente de piedra del siglo XV, cabría pensar encontrarse con el típico engañaturistas. ¡Pues nada más lejos de la realidad! Este restaurante es muy apreciado por los locales por su cocina actual, de calidad, simple, fresca e imaginativa. Carta de vinos honesta que incluye muscadets de viñedos cercanos. Servicio bastante rápido. Precios justos. En verano es imprescindible reservar para la terraza.
Filetes de sardinas de Saint-Gilles marinadas con compota de hinojo y crema de arenque
Magret de pato Alain François lacado y ahumado al heno, ruibarbo confitado y zanahorias nantesas
Fresas nantesas, ganache de chocolate Valrhona Opalys, rosa de arena y sorbete de melisa