A dos pasos del castillo encontramos este salón de té acogedor (vigas de madera, piedra vista, muebles de estilo antiguo) muy concurrido. Y con razón: productos frescos, sabrosos platos caseros y de temporada, pasteles deliciosos y una buena selección de tés. Fines de semana: brunch.
Rillettes de remolacha, queso fresco, chalotas y dukkah de avellanas
Calabaza asada con limón confitado, feta, granada, bulgur, rúcula y pickles
Banoffee pie: tarta de plátano, caramelo y nata montada