Situado en el barrio de los armadores que fletaron sus goletas para conquistar el Nuevo Mundo (de donde deriva el nombre del restaurante!), este local tiene además el privilegio de encontrarse en la planta baja del edificio donde nació Julio Verne (escritor conocido como el viajero inmóvil). No es de extrañar que su cocina ingeniosa, que garantiza la absoluta frescura y trazabilidad de los productos, llegue a buen puerto y que la carta de vinos ecológicos explore tierras lejanas (además de los estupendos viñedos regionales).
Atún blanco semiasado con verduras japonesas crujientes con vinagreta de hierbas
Pechuga de pollo de Ancenis rellena de trufa, muselina de patata de Christophe Maura, salsa de vino de paja Mesnard et Gaborit
Manzana tatín caramelizada de David Placier con crumble de avellana y helado de vainilla