La razón principal para visitar este restaurante contemporáneo, espacioso y con una decoración escandinava muy agradable (madera clara, pizarra, cocina abierta) es la elaboración impecable de platos sabrosos (sabor, sapidez, Sapio…) elaborados con productos locales específicamente seleccionados (con una calidad y frescura innegables). El otro punto destacable es su exquisita carta de vinos y la posibilidad de saborear algunos caldos aireados y atemperados por la D-Vine. Precios correctos. Taller de cocina en el primer piso.
Raviolis de cigala en su caldo, verduras de temporada
Pechuga de pintada de Ancenis cocinada a baja temperatura, guisantes a la francesa
Pera pochada, ganache de chocolate y sirope de hibisco