Un lugar con un nombre exótico ideal para hacer un alto en el camino. Aquí dejó sus maletas una pareja que sirve una cocina con aromas de ultramar procedentes de Brasil. Además de los platos exóticos, su increíble hospitalidad compensa la rusticidad de la piedra y de las vigas. La carta de vinos destaca los muscadets de los viñedos cercanos (Château-Thébaud).
Acras
Dorada sobre hoja de plátano
Tarta tatín con pimienta de cítricos