Ambiente zen bajo los árboles centenarios de este encantador hotel-spa del valle de Cens, con su flamante restaurante (sillas de diseño, lámparas colgantes de ratán, paredes vegetales… ¡y una terraza súper agradable!) donde se come deliciosamente bien. Allan Goichon, el nuevo chef, aporta una buena dosis de creatividad y equilibrio a sus platos bistronómicos, locales y de temporada, con un acabado muy estético. Servicio profesional y muy atento.
Foie gras mi-cuit, dátil, pesto de menta y azahar
Chateaubriand de ternera, maíz asado, crema de maíz y salsa barbacoa de anguila ahumada
Streuzel de chocolate, jugo de menta, mascarpone de albahaca y limón, chips de menta con bizcocho de hierbas