En este elegante salón de té del mítico passage Pommeraye, que suele estar abarrotado, el escaparate de pastelería fina llama la atención. Ambiente cosy, asientos de terciopelo rojo, madera, espejos. Se puede picar algo a cualquier hora del día. Además de las especialidades dulces, se proponen platos sencillos, ligeros y bien elaborados.
Ensalada de verduras de la huerta y huevo mollet
Espaldilla de ternera con verduras de la huerta y vinagreta gourmet
Tarta de limón, crema y coulis de yuzu